Entender el proceso de curación del tatuaje y las recomendaciones médicas es crucial para tomar una decisión informada.
Un tatuaje recién hecho es esencialmente una herida abierta que necesita tiempo para sanar. Durante las primeras semanas, la piel pasa por varias etapas de curación que incluyen inflamación, formación de costras, y finalmente la regeneración de la piel. Este proceso puede durar de 4 a 6 semanas o más, dependiendo de la ubicación y tamaño del tatuaje, así como de la salud general del individuo.
Eliminar un tatuaje recién hecho no es recomendable por varias razones:
En MikiTattooKiller recomendamos esperar al menos 6 meses antes de iniciar el tratamiento con láser. Este período permite que la piel se cure completamente y que la tinta se asiente en las capas más profundas de la piel, lo que mejora la efectividad del tratamiento láser.
Una vez que la piel está completamente curada, el proceso de eliminación con láser puede comenzar. El láser trabaja descomponiendo la tinta en partículas más pequeñas que el sistema inmunológico del cuerpo puede eliminar gradualmente. Cada sesión de tratamiento descompone más tinta, y el cuerpo necesita tiempo para eliminar estas partículas antes de la siguiente sesión.
El número de sesiones necesarias varía según el tamaño, color y ubicación del tatuaje, así como la respuesta individual del cuerpo al tratamiento. En general, pueden ser necesarias entre 6 y 10 sesiones para una eliminación completa, espaciadas entre 4 a 8 semanas.
Si necesitas ocultar un tatuaje recién hecho mientras se cura, aquí tienes algunas estrategias efectivas:
Estos métodos te permitirán ocultar tu tatuaje mientras se cura sin comprometer su proceso de sanación.
Cuando ya hayan pasado 6 meses puedes consultar con nuestro equipo a través del formulario de contacto, Instagram o WhatsApp para obtener una evaluación precisa y un plan de tratamiento personalizado. ¡Podrás despedirte de ese tatuaje no deseado para siempre!